Castillo de Huebro

Cuadro de texto:

Níjar

Huebro

J. Calatrava

Cuadro de texto: A poco más de dos kilómetros, aguas arriba de Níjar, en el mismo municipio, se empina en una peña rocosa, protegida al noroeste por alturas mayores, siendo el origen del valle encajonado de la rambla de su nombre, que conduce al campo pasando por Níjar. A los pies de la peña dispone de la mayor fuente de agua de la zona, aunque las tierras disponibles para la agricultura son escasas y están ganadas a la pendiente por medio de aterrazamientos con mucho desnivel. Son abundantes los recursos mineros: plomo, galenas, cobre …, cuyo beneficio ha dejado en el yacimiento abundantes escorias. No se han localizado en el mismo castillo, materiales arqueológicos que sí están presentes en las inmediaciones. Lógicamente, aunque hubieran existido habrían desaparecido por erosión, dada la fuerte pendiente del peñón donde se encarama la fortaleza. El actual pueblo de Huebro, de escasos vecinos, se encuentra separado de la zona fortificada. No hay posibilidad de conocer el área ocupada por el recinto defensivo ni su perímetro. El castillo se asienta sobre terrazas a muy distintos niveles, conservando una gran línea de muralla de mas de 50 m. de longitud que alcanza los 4 m. de altura, levantada sobre la roca virgen mediante hiladas de piedra trabadas con mortero de cal. Es peculiar la existencia de una aberturas de distintos tamaños y formas en la cerca, cada tramo de unos 20 m., cuya función sería la de permitir el rápido desagüe de las aguas de lluvia, procedentes de los torrentes que, aquí confluyen. Adosadas a la muralla hacia el interior, se detectan restos de viviendas, algunas con riquísimo materias arqueológico. Lo que puede ser una gran torre de entrada al recinto principal se eleva en tapiar elaborado con cajones de 2,20 m. de longitud, 80 cm. de alto y 1,20 m. de ancho, sobre una hilada de piedra de pizarra que, a su vez, se apoya en una base de mampostería irregular que se adapta a los afloramientos de la roca. Las estructuras mejor conservadas y mas llamativas son el aljibe, junto con la red de canalización que lleva el agua de lluvia desde las construcciones superiores al mismo. El aljibe, parcialmente escavado en las rocas, tiene dos vasos unidos que están cubiertos por bóvedas levemente apuntadas, apoyadas en arcos fajones que descansan en muros de mortero de cal encofrado. El aspecto actual muestra que las distintas dependencias han ido desapareciendo conforme se han ido vaciando las terrazas donde se asentaban; el mas alto de los torreones ha quedado prácticamente colgado de la peña. La muralla visible ha sido conservada por su utilización como balate que sostiene las tierras de cultivo de la cota mas baja, cercanas a la puerta de entrada del castillo. La zona de aljibes hoy se utiliza como corral de ganado. Es impresionante el panorama que domina la torre mas alta. Todas las alturas de la Sierra de Gata a levante, la costa del sur, y gran parte de la propia Sierra Alhamilla al oeste y norte, apenas presentan sombras de importancia. Los fragmentos cerámicos podemos resumirlos en: platos con decoración de manganeso sobre fondo blanco almohades, jarros y jarras con decoración incisa, jarritas con decoración de cuerda seca parcial, asociada a manganeso esgrafiado, ollas y cazuelas típicas nazaríes, ataiformes con pie desarrollado, jarrones tipo Alhambra, candiles de pie alto en blanco estannífero hasta platos y / o cuencos y tapaderas vidriados en blanco estannífero mudéjares. A parte reseñamos la aparición de una maceta, la abundancia de fragmentos de barreño con el borde pintado con manganeso rojo o negro, pulseras de pasta de vidrio, un fragmento de columna de yeso con basa y losetas vidriadas con decoración incisa. Huebro, pues, es un castillo roquero que controla una gran parte de territorio en la Sierra Alhamilla del que no tenemos referencias textuales hasta el s. XV, si bien, el material recogido nos permite elevar su cronología, por lo menos a época almohade, en la segunda mitad del s. XII, perviviendo hasta la expulsión de los moriscos en el siglo XVI.

Las estructuras mejor conservadas y mas llamativas son el aljibe, junto con la red de canalización que lleva el agua de lluvia desde las construcciones superiores al mismo. El aljibe, parcialmente escavado en las rocas, tiene dos vasos unidos que están cubiertos por bóvedas levemente apuntadas.

Blanca de Granada

Reyes Católicos